lunes, 20 de noviembre de 2006

Boulevard de los sueños rotos (Green Day dixit) o La tormenta (elijan ustedes)

Parte I
Tenía miles de sueños, eran muchos, no podría especificar cuántos. Soñaba y soñaba, aún estando despierta. Eran sueños hermosos. Se trataban de amor, de paz, de trabajo, de una familia, de un hogar. Todo venía marchando muy bien. Muchos de esos sueños se estaban cumpliendo hacía años. Otros estaban a punto de cumplirse después de tanto esfuerzo, aunque ya los venía imaginando hacía bastante.
De repente, mientras caminaba por esa callecita tranquila, llena de árboles floridos donde todos los sueños se hacen realidad, empecé a ver todo negro. Todo se oscureció, y las nubes negras cerraron el cielo azul, y empezó a llover. Mis sueños empezaron a mojarse, y a medida que la lluvia se hacía cada vez más fuerte, se fueron debilitando. La tormenta empeoró y rompió mis sueños en millones de pedazos que quedaron desparramados por todos lados hasta que el agua finalmente se los llevó. Ahora camino sola por una calle oscura, sin siquiera una luz, porque con la tormenta hasta la luz más fuerte se apagó. Tengo frío y no tengo sueños que me den calor. Todo se lo llevó la tormenta... y para colmo aún no entiendo por qué llovió, si ese día había sol.

Parte II
La tormenta me mojó muchísimo. Tanto que en un principio me angustié y lloré, porque se lo llevó todo. Más tarde me enojé, me enojé muchísimo también, y por la misma razón. Son reacciones lógicas ante una tormenta inesperada que todo se lo lleva. Cada uno reacciona como le sale en el momento, eso es entendible. Ahora no siento nada, sólo tristeza.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! Bueno, parece que ahora anda! Jeje. Saludos y gracias por sus comentarios a aquellos que los dejen.