domingo, 10 de diciembre de 2006

Hablé con él...

Hablé con él. Me dijo que estaba tratando de olvidar lo que siente por mí. ¿Puede acaso alguien olvidar un sentimiento tan fuerte? ¿Realmente se puede? Yo no creo que sea posible.
Yo ya dije lo que tenía para decir. Mi postura fue muy clara y optimista. Reflexioné sobre mí y sobre nosotros, y eso él lo sabe. Sabe que tengo ideas nuevas, actitudes nuevas que demuestran un claro crecimiento, y por sobre todas las cosas muchas ganas de seguir adelante y mejorar, ganas de hacer ese gran esfuerzo que implica llevar adelante una pareja. Sabe lo que siento, aunque no se lo haya dicho, y sabe que mis brazos seguirán abiertos un tiempo más.
Lamentablemente su opinión no es la misma. Todo lo ve negro, y tiene la creencia de que todo seguiría igual, a pesar de haberle planteado un cambio. En este momento está viendo un árbol, que le impide ver el bosque. Sólo ve lo malo de la relación, si se puede llamar de algún modo. No está viendo la cantidad de cosas buenas que hubo y que podrían seguir habiendo, que por suerte son la mayoría. De lo contrario esto no hubiese durado tanta cantidad de años.
Ahora sale, se divierte con amigos para olvidar... pero en algún momento deberá sentarse a pensar en lo sucedido, en los daños y quizás se arrepienta. Lo único que espero es que no sea demasiado tarde, tal vez para ese momento mis brazos se hayan cerrado para siempre.


lunes, 4 de diciembre de 2006

Ecos

Hace ya un largo tiempo (al menos al nivel del corazón sí lo es), que estuve en aquella tormenta, ¿lo recuerdan? Esa tormenta que me dejó sin sueños, sin esperanzas, con mucho frío. Luego de haber llorado y de haberme enojado me entristecí muchísimo. Estuve en esa calle oscura y desierta caminando por bastante tiempo, sin rumbo, sin saber adonde ir. En el camino escuché voces, voces que me hablaban de cosas pasadas, de sus vivencias. Muchas de esas voces, la mayoría, hicieron que yo me llene de odio contra la tormenta, y trataban de borrar cualquier vestigio de esperanza que pudiera quedarme. Otras voces también me hablaban de sus vivencias pero ,en cambio, trataron de mantener encendida la minúscula llama de ilusión que aún quedaba en mi alma. Por momentos todo fue confusión, y me alejé de allí y me interné en otro camino. Un camino muy extraño en verdad. No podía ver absolutamente nada, ya que todo estaba cubierto por una densa niebla. Estaba aturdida, y no supe cómo seguir.Tal era mi desconcierto, que me angustié otra vez. Pero en aquel momento escuché una voz. Una voz distinta a las demás. Una voz que abrió mis ojos y secó mis lágrimas, y sin quererlo hizo que yo viese delante mío, en medio de la niebla, un hilo de luz. Me levanté y dí unos pasos hacia adelante. Me detuve unos segundos, y luego decidí seguir. Y seguí, seguí sin escuchar a las voces que querían apagar mi llamita, que continuaban hablándome detrás mío.Aún siguen ahí, pero ya no las escucho, sólo observo mi llamita y la cubro para que no se apague. Esas voces pesimistas opinan de la tormenta, pero hablan desde la ignorancia. Ninguna de ellas sabe realmente cómo fue, ni por qué pasó exactamente. Sé que tampoco tengo ninguna certeza, pero fuí yo quien estuvo en aquel día de sol, que luego se transformó de repente. Trato de encontrar una explicación razonable, trato de pensar correctamente, y voy a hacer lo que dicte mi corazón... para volver a encontrar aquel camino lleno de árboles floridos e iluminado por el sol...

"Cerca del nuevo fin, tabú, fuego y dolor. La selva se abrió a mis pies y por ti, tuve el valor de seguir..."
(G. Cerati 1999. Bocanada. Tabú)


martes, 28 de noviembre de 2006

Paseo inmoral (G. Cerati, 1999, Bocanada)

Hola amigos, he aquí una canción que encontré el otro día en un disco de Gustavo Cerati llamado Bocanada. Esta canción significa mucho para mí, debido a la situación por la que estoy pasando. Cerati en un gran poeta, aparte de ser un gran músico, y en realidad hay muchas letras que reflejan lo que siento hoy, pero no las voy a incluir todas, prefiero ir de a poco... Bueno, espero que la disfruten:

Paseo inmoral (G. Cerati)

Comencé
a girar como un reloj
hoy el oro está en mi piel
Desperté
las ideas fueron más
puedo obviarlas y esperar.
Estoy detrás del corazón
moviéndolo lentamente.
Sigo detrás del corazón
moviéndolo lentamente.
Háblame
no logré sobrevivir
dentro del caparazón.
Y después
un paseo inmoral
noches de longevidad. Estoy detrás del corazón
moviéndolo lentamente.
Sigo detrás del corazón
moviéndolo lentamente. Te cree
como un gran inventor...
Alguna vez querrás saber
la dirección para volver
al origen que al principio fué.
Un paseo inmoral....

lunes, 20 de noviembre de 2006

Boulevard de los sueños rotos (Green Day dixit) o La tormenta (elijan ustedes)

Parte I
Tenía miles de sueños, eran muchos, no podría especificar cuántos. Soñaba y soñaba, aún estando despierta. Eran sueños hermosos. Se trataban de amor, de paz, de trabajo, de una familia, de un hogar. Todo venía marchando muy bien. Muchos de esos sueños se estaban cumpliendo hacía años. Otros estaban a punto de cumplirse después de tanto esfuerzo, aunque ya los venía imaginando hacía bastante.
De repente, mientras caminaba por esa callecita tranquila, llena de árboles floridos donde todos los sueños se hacen realidad, empecé a ver todo negro. Todo se oscureció, y las nubes negras cerraron el cielo azul, y empezó a llover. Mis sueños empezaron a mojarse, y a medida que la lluvia se hacía cada vez más fuerte, se fueron debilitando. La tormenta empeoró y rompió mis sueños en millones de pedazos que quedaron desparramados por todos lados hasta que el agua finalmente se los llevó. Ahora camino sola por una calle oscura, sin siquiera una luz, porque con la tormenta hasta la luz más fuerte se apagó. Tengo frío y no tengo sueños que me den calor. Todo se lo llevó la tormenta... y para colmo aún no entiendo por qué llovió, si ese día había sol.

Parte II
La tormenta me mojó muchísimo. Tanto que en un principio me angustié y lloré, porque se lo llevó todo. Más tarde me enojé, me enojé muchísimo también, y por la misma razón. Son reacciones lógicas ante una tormenta inesperada que todo se lo lleva. Cada uno reacciona como le sale en el momento, eso es entendible. Ahora no siento nada, sólo tristeza.


Un hilo de luz...


¡¡Hola a todos!!¡¡¡Vaya forma de inaugurar un espacio propio!!! Pero bueno, aquí supongo que uno habla de asuntos personales, de momentos en la vida, de sentimientos. Optaré por empezar por éste último, de cómo me siento.Bueno, quiero decirles que estoy bastante triste, muy deprimida, muy mal. Los que me ven seguido, sabrán a qué me refiero. Tengo mis 7 corazones destrozados. Son siete, sí. Uno por cada año de amor recibido. Lamentablemente, ahora estan rotos, y duelen, y sangran mucho. La hemorragia no para. La sangre es un símbolo de vida, y yo me estoy desangrando lentamente. No tengo hambre, no tengo sueño, no tengo ganas de nada, no me concentro, no tengo vida. Estoy sumergida en un mar de lágrimas de sangre, me estoy ahogando, no sé nadar y me tiraron del barco sin salvavidas. Sin embargo, entre tanto dolor, tanto pesimismo, tanta depresión y sufrimiento, entre tanta oscuridad, aún veo un hilo de luz. Muy finito, sí, pero que me ayuda a seguir. Esa luz significa una esperanza para mí. Espero que no la apaguen.Me considero una persona inteligente, y voy a usar mi inteligencia como un arma ("Intelligence should be our first weapon..." THE JAM, Running on the Spot ¿les suena?). No me considero una persona perfecta, al contrario, sé que tengo mucho por mejorar. He pensado... y tengo mucho para decir. Espero que alguien me escuche. No estoy escapándome de nada, me quedo aquí, esperando a que ese alguien desee hablar... Y confío en que lo hará muy pronto.Por favor, el último que salga que no apague la luz. Que la deje prendida, es mi única esperanza.